domingo, 24 de febrero de 2013
Retorno/Regreso a Villa Dolores
Crucé la pampa de Achala,
aire fresco y piedra gris.
Cantares de tras la sierra
me dictaba el cielo añil.
Me atropellaban recuerdos
apurados por salir,
me saludaron los sauces
Y el arroyo cantarín.
Por la misma calle larga
que antes me viera partir.
Entrando a Villa Dolores
yo no sé lo que sentí.
Amigos que ya se fueron,
verano que se hizo Abril.
Un libro con flores muertas
y algún sueño por vivir.
Algo que no tiene olvido,
en mi lo siento bullir.
Y me parecen más bellas
las cumbres del Champaquí.
Amor que nunca se nombra
es luz que no tiene fin.
Tonada que no se canta
duele y ayuda a vivir.
Ay, primavera del aire
¡cómo canta tu violín!
Un recuerdo sin olvido,
retoño dentro de mí.
¡Mi linda Villa Dolores,
déjame sentirte así!
Etiquetas:
Atahualpa Yupanqui,
Mario González “Jairo”
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